Dallas solo quiere celebrar el título

(espndeportes.com)(Marc Stein escritor senior de la NBA para ESPN.com).- Los compañeros de Dirk Nowitzki recibieron los abrazos más flojos y fugaces y las sonrisas más leves de su ala pivote. Nowitzki estaba ansioso por entregarle el trofeo a uno de sus compañeros, filtrarse al fondo del jubiloso conjunto de los Dallas Mavericks reunido en el centro de la cancha y regresar corriendo a los vestidores cuando nadie estaba mirando.
¿Campeones de la Conferencia Oeste?
Con las cámaras aún rodando, Nowitzki ni siquiera se quedó hasta el final de la entrega de trofeos el miércoles por la noche.
Recibió en silencio las felicitaciones y algunos elogios de un alero muy reconocido en su época llamado Rick Barry, se deslizó hasta quedar fuera de vista mientras Mark Cuban hacía una entrevista con Doris Burke... y luego pasó por encima de la mesa de control para salir de allí. Como si fuera el 2001 otra vez.
Como si hubiera tenido que salir de la cancha lo más rápido posible porque Karl Malone le había acabado de volar un diente.
"Todas esas celebraciones", dijo Nowitzki, sacudiendo la cabeza frente a su casillero mientras su voz se perdía.
"Esto no es por lo que jugamos, hermano".
Aún no.
Ya habrá tiempo de dar un paso atrás y maravillarse con lo que ha ocurrido durante las seis mejores semanas en la vida de básquetbol de Nowitzki, pero no ahora. No había un alma en el American Airlines Center que pareciera menos impresionado por el nocaut administrado en el Juego 5 de las finales de la Conferencia Oeste que Nowitzki, quien sabe mejor que nadie lo que --y muy probablemente quién-- le espera a Dallas en la próxima ronda.
Los Mavericks, por primera vez desde el peor colapso en la historia de las Finales de la NBA, están volviendo a la ronda de campeonato, casi seguramente por una revancha con sus viejos amigos de Miami. Como era de esperar, reservaron su boleto de Finales con la daga decisiva de Nowitzki en la última remontada tardía de sus Mavs --este triple en particular y el mejor juego de Shawn Marion en su historia con los Mavs dieron lugar a una victoria por 100-96 sobre el Oklahoma City Thunder-- pero, como era de esperar, Nowitzki se rió ante la mera idea de una ceremonia en la cancha sólo por haber ganado el Oeste.
"Yo ya estaba pensando en las Finales", dijo Nowitzki cuando llegó a la sala de entrevistas, explicando su prisa para salir de la ceremonia.
Claro que lo está.
Después de ver a Marion igualar los 26 puntos de Nowitzki en su partido de playoffs de más alto puntaje desde el 2007, cuando Marion no se estaba combinando con Jason Kidd para llevar a Kevin Durant, Russell Westbrook y al resto de los niños de Oklahoma City a la escuela nocturna nuevamente con su perspicacia defensiva, hubo muchos comentarios políticos de los Mavs sugiriendo que el oponente no tiene importancia. Bazofia. Lo cierto es que la mayoría de ellos han estado absortos pensando en Miami cada vez más con cada victoria del Heat sobre el joven conjunto del Thunder propenso a cometer errores, tentados por la oportunidad de vengar el terrible recuerdo de las Finales que sigue pesando sobre esta franquicia --y sus seguidores-- hasta el día de hoy.
No importa que Nowitzki y el escolta Jason Terry sean los únicos remanentes del desengaño del 2006. No importa que este equipo, con una columna vertebral de Kidd y Tyson Chandler complementando a Dirk, sea mucho más inteligente y fuerte que el aniquilado por el Heat de Pat Riley. Haber estado tan cerca de una ventaja de 3-0 sólo para sufrir cuatro derrotas consecutivas en el escenario más importante del deporte es algo que aún "persiste en el aire cada año" por aquí, según uno de los empleados del equipo.
Así que...
"Todo el mundo sabe lo que significa el próximo paso", dijo Terry.
"Todo el mundo sabe que cuando te pones el uniforme de los Dallas Mavericks, hay ciertas cosas que vienen con él", continuó Terry. "... Mientras se siga hablando sobre [la última serie de Miami], va a seguir pesando sobre nosotros. Yo, Dirk, Mark Cuban, [el entrenador asistente] Darrell Armstrong, dormimos con eso todas las noches".
Ahora, sin embargo, viene la oportunidad de desterrar la mitad de una década de pesadillas, agravada por las tres eliminaciones en la primera ronda que siguieron a su fracaso en las finales. Ahora viene un primer viaje a las Finales para Marion, Chandler, Peja Stojakovic y el entrenador de los Mavs, Rick Carlisle, así como el tan esperado intento de sumar el tercer anillo de Kidd. Los Mavs siempre esperan vencer a Oklahoma City, dada su ventaja enorme en cuanto a experiencia sobre un equipo que nunca ha llegado tan lejos y no tiene hombres grandotes capaces de anotar. Sin embargo, algunas de las escenas del miércoles en el AAC fueron surrealistas debido a tantas caras conocidas que han soportado tormentos de postemporada -- con Dallas o en otro lugar   y la mayoría tiene ahora una inesperada oportunidad por el título que no parecía posible en el día de Año Nuevo, cuando Caron Butler quedó fuera durante el resto de la temporada por una lesión en la rodilla.
"No entienden lo difícil que es llegar a este punto", dijo Stojakovic. "Estas oportunidades no se presentan en tu carrera con la frecuencia que te gustaría".
Dijo el centro del Thunder, Kendrick Perkins, exasperado por la manera en que los Mavs les tomaron el pelo de nuevo por 40 minutos, antes de dar vuelta las cosas en la hora de la verdad: "No barrieron a los Lakers de casualidad. Son un buen equipo".
Lo suficientemente buenos como para que Terry y Chandler recuperasen el balón para Nowitzki para avanzar con tres con 74 segundos por jugarse después de que Dirk había errado un triple segundos antes. Lo suficientemente buenos como para superar al Thunder por 24 puntos en los últimos cinco minutos de regulación en los Juegos 4 y 5 combinados. Lo suficientemente buenos como para ganar una semana crucial más de descanso para los huesos de 38 años de Kidd, similar al bondadoso largo descanso que Dallas tuvo antes de esta ronda. Lo suficientemente bueno como para clasificar como el único equipo en estos playoffs que no ha quedado detrás en cualquier momento en cualquier ronda. Lo suficientemente buenos como para permanecer en la corta lista con los poderosos Lakers y San Antonio como los únicos tres equipos que han representado el Oeste en las Finales de las últimas 13 postemporadas... mientras que nueve equipos en el Este han llegado a las finales en el mismo lapso.
"Si uno mira a un hombre, este equipo es mejor de lo que era en 2006", dijo Terry. "Un hombre. La composición de todo. La química, todos juntos... Basta con mirar el base armador en ese equipo. Era yo. Mira el base armador en este equipo: Jason Kidd. Hay una gran diferencia.
"Todas las estrellas tienen que alinearse para que puedas ganarlo todo. Están en su lugar ahora mismo. Sólo depende de nosotros salir y hacer el trabajo".
El Heat (OK, OK, o Chicago) no lo hará tan fácil como el Thunder lo hizo, provocando un cortocircuito en este esfuerzo valiente en las postrimerías de su propia caída en 2006 en el Juego 4 con otra dosis de malas ejecuciones en el último cuarto. También existe la posibilidad legítima de que Nowitzki haya jugado tan bien en esta postemporada de transformación -- triturando a Oklahoma City durante un promedio de casi 12 puntos sólo en el último cuarto -- para que él sea capaz de esquivar la ametralladora en esta ocasión, incluso si los Mavs pierden ante el campeón del Este.
No es que se pueda convencer a Nowitzki, que nada menos que un "mejor final" en la última valla, como la llama este jugador de 32 años, le permitirá alardear por su destrucción sistemática de los Portland Trail Blazers, los Lakers y el Thunder.
Dado que los Mavs lograron su único otro lugar en las Finales de visitantes en Phoenix en 2006, haber ganado el Oeste en el 2011 es la fiesta más grande que han tenido delante de sus propios fanáticos, en una comunidad deportiva que se deleitó con la Serie Mundial el pasado otoño y luego fue sede del Super Bowl en febrero. Carlisle insistió en que Nowitzki "está muy entusiasmado", pero que se perfiló como un momento serio cuando Nowitzki llegó a su última cita aburrida en el podio después del partido, durante la cual, naturalmente, quitó el micrófono de su stand antes de aceptar hacer un examen de la décima victoria de Dallas en 11 partidos desde que desperdiciaron una ventaja de 23 puntos en Portland en el Juego 4 en la primera ronda.
"Hemos hablado de ello, obviamente, después del partido, que este es un gran momento", dijo Nowitzki. "Podemos disfrutarlo por un día. Pero ya hemos conseguido uno de esos trofeos [por el Campeonato de la Conferencia]. Y no significó nada al final".


FUENTE: espndeportes.com
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