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Fisher declarando ante la prensa
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(espndeportes.com).-
La NBA canceló el lunes las dos primeras semanas de la
temporada, anunció el comisionado David Stern, y advirtió a los jugadores y los
aficionados que los recortes podrían estar apenas empezando.
Stern
dijo que las partes están "muy distanciadas en virtualmente todos los
temas... Tenemos un golfo que nos separa".
"Con
cada día que pasa, creo que necesitamos mirar nuevas reducciones en lo que ha
quedado de la temporada", expresó.
Al
señalar que estaba triste y apenado, Stern suprimió las dos primeras semanas de
la temporada --exactamente 100 partidos-- después de que los jugadores y los
propietarios fueron incapaces de lograr un nuevo contrato laboral y terminar
con el cierre patronal. La decisión representa la primera suspensión de
actividades en la NBA desde que la temporada de 1998-99 fue reducida a 50
partidos.
"La
brecha es tan significativa que simplemente no podemos tender un puente en este
momento", dijo Stern. "Ciertamente esperábamos nunca haber llegado a
esto",
El presidente del
sindicato, Derek Fisher, coincidió y advirtió que la
cancelación de partidos pone en riesgo a la temporada.
"Esto
no es donde escogimos estar", indicó. "No estamos en una situación en
la que pueda lograr un acuerdo justo con la NBA".
Cuando
faltan únicamente tres semanas para el inicio programado de la campaña, los
principales negociadores de las dos partes se reunieron el lunes durante más de
siete horas, al regresar a las conversaciones unas 14 horas después de
suspender el encuentro de la noche del domingo. Las partes esperan seguir en
contacto, pero no agendaron nuevas conversaciones formales.
Stern
dijo que las partes están "muy distanciadas en virtualmente todos los
temas. ... Tenemos un golfo que nos separa".
Stern, el subcomisionado
Adam Silver, los propietarios Peter Holt, de San Antonio Spurs, Glen Taylor, de Minnesota Timberwolves y James Dolan de New York Knicks, y el vicepresidente y
abogado general adjunto Dan Rube se reunieron con el director ejecutivo del
sindicato Billy Hunter, el presidente del gremio Fisher, de Los Angeles Lakers, el vicepresidente Maurice Evans, de los Washington Wizards, y los abogados Jeffrey
Kessler y Ron Klempner.
Los
propietarios de los equipos de la NBA impusieron un cierre patronal el 1 de
julio cuando no pudieron llegar a un acuerdo antes de la expiración del
entonces contrato colectivo de trabajo. La apertura de la temporada regular
estaba agenda para el 1 de noviembre.
Fisher
dijo que perder cualquier partido pone la temporada en riesgo y agregó que este
es un paro patronal no de los jugadores, y que era decisión de los directivos
no estar jugando baloncesto.
La
cancelación incluye todos los juegos programados hasta el 14 de noviembre.
Con
base en la asistencia promedio del año pasado en la liga (poco más de 17.300
por partido) y el costo promedio de los boletos de esa temporada, los 100
encuentros cancelados este lunes representan casi 83 millones de dólares tan
sólo por la venta de boletos.
"A
pesar de extensos esfuerzos, no hemos sido capaces de alcanzar un acuerdo nuevo
con el sindicato de jugadores que permita que todos los 30 equipos puedan
competir por un campeonato compensando al mismo tiempo de manera justa a
nuestros jugadores", dijo Silver en un comunicado.
Ante
otra paralización laboral, la NBA corre el riesgo de distanciarse de una base
de aficionados que hizo que repuntaran los ingresos de la liga y las tasas de
audiencia por televisión durante la temporada 2010-2011. Y el costo de la
cancelación anuncia podría elevarse. El subcomisionado Silver dijo que la liga
perdería cientos de millones de dólares, mientras Hunter, el director ejecutivo
sindical, estimó las pérdidas de los jugadores en 350 millones de dólares por
cada mes que siga el cierre patronal.
La
supresión de las dos primeras semanas de juegos dañará los empleos que dependen
de la campaña de poco más de seis meses del baloncesto profesional. Unos
cuantos equipos ya han recortado personal y podría haber más despidos
próximamente.
Además
están quienes no trabajan directamente para los equipos de la NBA, pero que sin
embargo dependen de la efervescencia que lleva la liga a sus ciudades.
Acomodadores, personal de seguridad, trabajadores de estacionamientos,
concesionarios, empleados de restaurantes y otros; todos ellos verán recortadas
sus horas de trabajo o se unirán a los 14 millones de desempleados en Estados
Unidos.
El
éxito de la temporada anterior, en la cancha, en la taquilla y en los titulares
de prensa, convenció a muchos de que las partes nunca llegarían a este punto.
Pero los propietarios de
mercados pequeños se endurecieron después de mirar a LeBron Jamessalir de Cleveland Cavaliers para jugar en Miami Heat, a Amare Stoudemire cambiar a Phoenix Suns por Nueva York, y a Carmelo Anthony utilizar más tarde su inminente
situación de agente libre como efecto de palanca para asegurar un cambio de Denver Nuggets a los Knicks.
Estos jugadores querían
cambios que les permitieran aprovechar su condición de súper astros y competir
por títulos con los equipos de cartera abultada de Los Angeles, Boston Celtics y Dallas Mavericks, los cuales han
conquistado los cuatro últimos campeonatos.
FUENTE: espndeportes.com
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